Por más de 20 años permanecieron abandonados en distintas estaciones 65 vagones dados de baja por EFE. Con el paso del tiempo, estos carros se fueron deteriorando, es por eso que la empresa licitó el retiro de esta maquinaria, proceso que se adjudicó Aceros AZA.

Los carros provenías de las localidades de Curicó, San Fernando, Freire, Temuco, Chillán y 3.749 rodamientos que estaban en la Maestranza de San Eugenio.

La obra consistió en reducir el tamaño de los vagos mediante el uso de oxicorte. La chatarra de los vagones que se encontraban en Temuco y Freire fue trasladada al Centro de Reciclaje de Aceros AZA en Temuco y la generada en Chillán al Centro de Reciclaje de Talcahuano. Finalmente 572 toneladas de chatarra fueron transportadas a la Planta Colina para er fundidas y convertidas en acero nuevo para la construcción.

Entre los vagones procesados había algunos con casi un siglo de existencia, el más antiguo fue fabricado en Nueva York en 1922. Si bien se podría haber convertido en una pieza de museo para relatar la historia del ferrocarril en Chile, fue abandonado llegando a un estado de deterioro que habría hecho muy difícil su restauración.
Originalmente estos carros servían para el mantenimiento y reparación de las líneas, otros eran utilizados como bodegas de herramientas y también algunos para el transporte de pasajeros.

Todo el proceso de desmantelamiento, oxicorte y traslado de los vagones se realizó bajo estrictas normas ambientales y de seguridad, cumpliendo absolutamente con las exigencias de EFE.

Un gran ejemplo de cómo Aceros AZA contribuye a través de su proceso y sus profesionales a cuidar el medioambiente y a mejorar la calidad de vida de la comunidad.